El acoso laboral o mobbing es un fenómeno que puede tomar diversas formas y manifestaciones dentro de las empresas. Existen varios tipos de acoso laboral, algunos de ellos te lo detallamos a continuación.
El acoso vertical ascendente ocurre cuando uno o varios colaboradores acosan a su superior jerárquico, mediante desobediencia deliberada, rumores malintencionados o sabotaje en el trabajo. El acoso vertical descendente se da cuando un superior acosa a un subordinado, asignándole tareas imposibles, amenazándolo con el despido, o criticando de manera constante y despectiva.
Otro tipo es el acoso horizontal, que se produce entre compañeros de trabajo del mismo nivel jerárquico. Este tipo de acoso incluye conductas como la exclusión social, la difusión de rumores y la obstrucción del trabajo. El acoso colectivo se da cuando un grupo de personas acosa a una o varias víctimas, mediante campañas de desprestigio, exclusión del grupo de trabajo o presión psicológica.
El acoso discriminatorio se basa en motivos como el género, la raza, la orientación sexual, la religión, entre otros. Los ejemplos incluyen comentarios sexistas, racistas o homofóbicos, trato desigual y la negación de oportunidades. El acoso sexual abarca cualquier conducta de naturaleza sexual no deseada que atenta contra la dignidad de la persona, tales como insinuaciones sexuales, tocamientos no consentidos y proposiciones inapropiadas.
El acoso psicológico se refiere a conductas reiteradas que causan daño psicológico a la víctima, como insultos, gritos, aislamiento social y menosprecio del trabajo realizado. El acoso físico implica cualquier forma de agresión física contra la víctima, incluyendo golpes, empujones y actos violentos. Finalmente, el acoso laboral tecnológico o ciberacoso, utiliza tecnologías de la información para acosar a la víctima, mediante mensajes ofensivos, difusión de información privada o exclusión en redes sociales laborales.
Las consecuencias del acoso laboral para la víctima incluyen estrés, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento laboral y problemas de salud física y mental. Para la empresa, las consecuencias pueden ser la reducción de la productividad, el aumento del ausentismo, la rotación de personal, el deterioro del clima laboral y posibles repercusiones legales.
Para prevenir y manejar el acoso laboral, es fundamental implementar políticas claras contra el acoso laboral y comunicarlas efectivamente a todos los colaboradores También es importante realizar talleres y sesiones de formación sobre el tema para trabajadores y directivos. Establecer mecanismos seguros y confidenciales para reportar casos de acoso es muy relevante, así como investigar todas las denuncias de manera imparcial y aplicar sanciones apropiadas a los acosadores.
Apoyar a las víctimas de acoso laboral es esencial para su recuperación y bienestar. Ofrecer servicios de apoyo emocional y psicológico, proporcionar orientación legal sobre sus derechos y los pasos a seguir, y considerar la reubicación de la víctima dentro de la empresa en algunos casos son medidas importantes para proteger su bienestar y asegurar un entorno laboral saludable.